A todos nos gusta un buen espectáculo, ¿No es así? Y siempre va a ver un factor en el ser humano que le haga estar interesado por el escándalo, los últimos chismes y más aún cuando estos son de personas mediáticas. Y no condeno este interés, gracias a Dios mi madre nunca me dejo ver a Magaly, y la verdad es que estoy en clases ahora que Peluchin sale en Amor Amor Amor contándonos sobre el color del calzón que se puso Susy Díaz el día domingo.
Si bien habrán personas como yo que no consumen esta tele basura,lo preocupante es que la mayoría si lo hace. Las grandes mayorías están pendientes de eso día a día, y eso el Estado lo sabe muy bien. Lo sabe tan bien que, oh milagro, la misma semana que exploto el caso del señor Óscar López Meneses teníamos a Tilsa Lozano en el congreso llevada por el congresista del oficialismo Johnny Cárdenas Cerròn para que diera algunos consejos sobre la prevención del VIH. Lo penoso fue que el señor congresista alegó el haberla llevado bajo el argumento de que "Tilsa es un referente para todas las señoritas". Sí, dijo "todas". ¿Tenemos a un padre de la patria que cree que Tilsa Lozano puede ser un referente para inclusive su propia hija? Yo no se ustedes, pero créanme que si yo fuera señorita, Tilsa definitivamente no sería mi referente, y si en el futuro soy padre lo último que quisiera es tener un póster de Tilsa Lozano en el cuarto de mi hija.
Bueno ya,pero si tanto crítico a Tilsa, ¿Quien debió haber ido? Que les parece un experto en el tema, un profesional conocido quizá. Por ejemplo el Dr. Teve me hubiera parecido más idóneo para eso. Porque sida no le da sólo a las señoritas le da a cualquiera. El problema es que no tenemos referentes claros para los jóvenes en el Perú. Uno que otro quizá, pero gente por la que nos saquemos el sombrero muy poca. El señor presidente Ollanta Humala, el encargado de representar a nuestra nación, el que se supone que debería ser un referente para millones de peruanos, termina siendo un protagonista más de su propio circo, del mismo circo que vivimos los peruanos desde ya hace bastante tiempo y que parece de nunca acabar.
Circo, psicosocial, cortina de humo, llámelo como usted quiera, ahí esta. ¿Lo puedo probar? No la verdad que no puedo. Como tampoco puedo probar que Castañeda se levanto la plata con Comunicore, como tampoco puedo probar que García es un ladrón, como tampoco puedo probar que Toledo participo en la creación de Ecoteva, son cosas que no puedo probar pero que siempre sabré que son ciertas. No basto un programa del Valor de la Verdad, si no se que ha ampliado hasta la próxima semana para la otra mitad el programa. Una semana más de personas desenfocadas y con el pensamiento en dos individuos cuya vida y relación no le ha aportado, no le aporta, y nunca le aportará nada bueno al país. Y enfocada en eso la gente se olvida de los verdaderos problemas que acechan al Perú. Lamentablemente todo esto nos muestra como las prácticas montesinistas siguen latentes y que su continuismo estará asegurado mientras no haya gente dispuesta a dar la contra.
Si quiero ir al circo pagó mi entrada de 40 soles y voy a ver a Pitillo y sus amigos para bacilarme un rato. Lo más repudiable del estado, en especial del oficialismo, es que para tapar su crisis debido a lazos estrechos con la corrupción haya armado un circo a costa del tiempo y del dinero de una nación cuya gente tanto necesita, y que estén queriendo burlar las consciencias de aquellos peruanos que les confiaron el poder del que ahora tanto abusan como les viene en gana.
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