PPK: UNA FALSA ESPERANZA, UN BAGUAZO Y UN INDULTO, por Franco Gonzales Mejia



"¡DISOLVER!" arengaban algunos peruanos que, motivados por la pasión antifujimorista, abandonaron la objetividad política para ver ingenuamente en PPK, la salvación. PPK jamás fue la luminaria que nos iba a librar del fujimorismo, y los que se hicieron esas falsas esperanzas, hoy vuelven a pisar tierra. Este artículo tiene como finalidad abrir sus ojos ante la problemática del Perú. Mostrarles que la crisis de valores es integral y no hace excepciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, ratificando la no existencia de una clase política capaz. La corrupción no puede disolver a la corrupción, sólo la honestidad y la justicia pueden hacer eso, valores por ahora relegados en la vida social del Perú.



No crean que a mi no me tentó la idea de ver un Congreso libre de Becerril, de la Chacon y de otros impresentables, pero luego pensé: ¿La disolución sería la solución? Si tuviéramos a un presidente intachable, con respaldo popular y que en verdad no ha podido gobernar mejor por culpa del fujimorismo, yo diría que sí. Porque tendríamos aunque sea a un líder al cual seguir, y una gobernabilidad por la cual luchar. PPK no vale nada de ello. Nadie ya habla de la oscura relación de PPK con Odebrecht en el gobierno de Alejandro Toledo. En el año 2005, PPK ocupaba el cargo de Premier y Zavala el de ministro de economía. Su gestión motivo en tiempo récord (48 horas) la perversa Ley 28670, que declaró de "interés nacional" la contratación con Odebrecht para hacer la Interoceanica, a pesar de que la Contraloría había informado que era ilegal contratar a dicha empresa porque tenía juicios pendientes con el Estado. Ahora sabemos que Toledo estaba presionado para sacar dicha contratación, ya que había recibido los 20 millones de Jorge Barata. Sin acusar a PPK de ser consciente de la coima, su conocimiento sobre la ilegalidad del contrato y su firma en el mismo son razones suficientes para descalificarlo. Los errores en su primer año de gobierno, no son de responsabilidad exclusiva del fujimorismo. ¿Moreno fue culpa de los fujimoristas? ¿Chincheros fue culpa de los Fujimoristas? ¿La huelga magisterial fue culpa de los fujimoristas? No, no y no. El gobierno de PPK se trajo sólito hasta este punto. Su momento para ganarle la pugna del poder político al fujimorismo ya pasó, siendo sus reflejos severamente tardíos. Le pidieron la disolución del Congreso a un hombre que no tiene la intención, el buen nombre ni la conciencia limpia para hacerlo.



Es por ello que hoy PPK decidió presentarnos un nuevo gabinete negociado y no  uno confrontacional. Mercedes Araoz ha sido elegida para liderar el gabinete como Premier, y de tal decisión creo que podemos hacer varios comentarios. Yo no hubiera podido elegir a una persona que, a la par con Alan Garcia, Mercedes Cabanillas y Yehude Simons, fueron los grandes responsables políticos de la tragedia de Bagua. Yo no estoy diciendo que Araoz dio la orden para el desalojo que desencadeno la matanza (responsabilidad de Cabanillas). Sin embargo, hay algo que sí todos debemos recordar, porque es historia del Perú. Araoz en el año 2009 era Ministra de Comercio Exterior del gobierno de Alan Garcia. De por sí ya cuestionable que cualquiera aceptara ser ministro(a) de uno de los presidentes más corruptos de la historia, pero por no es por ello que la voy a condenar profesional ni políticamente. La descalifico porque en pleno conflicto entre las comunidades indígenas y el Estado, Araoz no tuvo mejor idea que declarar que era inviable la derogación de los decretos legislativos que violaban la soberanía del territorio de los Awajun y los Wampi, ya que se caía el TLC con Estados Unidos si esto se hacía. Sus declaraciones no hicieron más que agravar la situación política y agudizar la crisis. Su labor era explicarle al Consejo de Ministros los alcances lesivos de estos decretos legislativos y la inconstitucionalidad de los mismos por transgredir el Convenio 169 de la OIT que declara como obligatoria la consulta previa a las comunidades nativas sobre las actividades en sus territorios. Al final los decretos fueron derogados por el Congreso y ningún TLC se perdió. Lo que perdimos fueron la vida de 23 peruanos, 13 policías y 10 nativos. El Baguazo es una de las tragedias más tristes de nuestra historia reciente, porque no hay nada más desgarrador que los conflictos donde peruanos se matan entre peruanos, hermanos contra hermanos, todo por un puñado de intereses económicos y un gestionamiento matonezco del conflicto que vino directo del despacho presidencial.


Por otro lado, hoy se confirman mis temores con respecto al Ministerio de Justicia. Sin haber una causalidad verdaderamente significante, ya que no habían problemas con dicho ministerio, Marisol Pérez Tello hoy dejó el cargo. La ministra que se negaba a darle el indulto a Fujimori fue reemplazada por el ex presidente de la Corte Suprema, el Dr. Enrique Mendoza. Lo digo hoy: el indulto que se viene cocinando hace meses llegará como regalo de Navidad para todos los peruanos. Las encuestas hablan de que el 65% de peruanos apoyan el indulto, y ante ello yo respondo que ese 65% no entiende las implicancias jurídicas, políticas y morales de liberar a un delincuente que se confesó corrupto y jamás se arrepintió por todo el daño hecho al Perú. Muchos dicen que Alan nunca ha pagado por sus crímenes y Toledo tampoco, por lo tanto, Fujimori merece estar libre también. ¿Bajo esa lógica queremos hacer patria? Cuando la mentalidad debería ser la antítesis de eso. Si ya tenemos a un corrupto preso, vayamos por los que faltan. El objetivo debería ser tener a todos los que nos traicionaron tras las rejas, solo de esa forma el sistema de justicia y el Estado de Derecho se harían más fuertes. PPK va a traicionar una vez más a todos los electores que le dieron la posibilidad de que fuera presidente del Perú, va a incumplir su palabra y habrá sido nuestra culpa el haberle creído alguna vez a un hombre que sólo hace 6 años le hacía vivas a Alberto Fujimori. Así que no le pidamos peras al olmo. No pretendamos creer en el absurdo sueño infantil que libres del fujimorismo todos nuestros malestares estarán curados, ya que fallamos en ver que la crisis actual es integral y transversal de todos los grupos y poderes políticos. Y más ahora que PPK nos está confirmando que no tiene interés alguno de librar una lucha por la que jamás tuvo verdadera convicción. Hoy a decidido tranzar con el fujimorismo, hoy nos dice que Bagua no importó y que el indulto está en camino.



Es preocupante también que el nuevo ministro de educación, el señor Idel Vexler tenga una relación bastante estrecha con el aprismo y haya cuestionado en muchas oportunidades la labor fundamental que viene cumpliendo la SUNEDU en la reforma de la educación. Solo el tiempo nos dirá si está al servicio de los sectores privados o de los intereses legítimos de la reforma educativa. Como ciudadanos de este país debemos asumir los pasivos políticos de nuestras decisiones electorales en el 2016 e intentar avanzar con lo poco que tenemos. Este sistema tiene que hacer sus mejoras urgentes y culminar con los 4 años que le restan. Y toda esa energía con la cual pedían la disolución del Congreso, la sociedad civil en su conjunto la debería enfocar en pensar una estrategia social y política para que en el 2021 esta historia no se repita. Ya no se trata de la bandera que tengamos, seas de derecha o de izquierda, o pertenezcas al partido que pertenezcas, quiero creer que todos queremos un Perú más prospero, soberano, justo y transparente.  Que estas horas oscuras para el país nos hagan reflexionar sobre los procesos electorales, y como el pueblo puede marcar la diferencia si se decide a participar de forma activa, honesta e informada en la vida política del Perú. El Bicentenario nos llama a la acción.

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