"¡DISOLVER!"
arengaban algunos peruanos que, motivados por la pasión antifujimorista,
abandonaron la objetividad política para ver ingenuamente en PPK, la
salvación. PPK jamás fue la luminaria que nos iba a librar del
fujimorismo, y los que se hicieron esas falsas esperanzas, hoy vuelven a pisar tierra. Este artículo tiene
como finalidad abrir sus ojos ante la problemática del Perú. Mostrarles
que la crisis de valores es integral y no hace excepciones entre el Ejecutivo y
el Legislativo, ratificando la no existencia de una clase política capaz. La
corrupción no puede disolver a la corrupción, sólo la honestidad y la justicia
pueden hacer eso, valores por ahora relegados en la vida social del Perú.
No
crean que a mi no me tentó la idea de ver un Congreso libre de Becerril,
de la Chacon y de otros impresentables, pero luego pensé: ¿La disolución sería
la solución? Si tuviéramos a un presidente intachable, con respaldo popular y
que en verdad no ha podido gobernar mejor por culpa del fujimorismo, yo diría
que sí. Porque tendríamos aunque sea a un líder al cual seguir, y una
gobernabilidad por la cual luchar. PPK no vale nada de ello. Nadie
ya habla de la oscura relación de PPK con Odebrecht en el gobierno de Alejandro
Toledo. En el año 2005, PPK ocupaba el cargo de Premier y Zavala el de ministro
de economía. Su gestión motivo en tiempo récord (48 horas) la perversa Ley
28670, que declaró de "interés nacional" la contratación con
Odebrecht para hacer la Interoceanica, a pesar de que la Contraloría había
informado que era ilegal contratar a dicha empresa porque tenía juicios pendientes
con el Estado. Ahora sabemos que Toledo estaba presionado para sacar dicha
contratación, ya que había recibido los 20 millones de Jorge Barata. Sin acusar
a PPK de ser consciente de la coima, su conocimiento sobre la ilegalidad del
contrato y su firma en el mismo son razones suficientes para descalificarlo. Los errores en su
primer año de gobierno, no son de responsabilidad exclusiva del fujimorismo.
¿Moreno fue culpa de los fujimoristas? ¿Chincheros fue culpa de los
Fujimoristas? ¿La huelga magisterial fue culpa de los fujimoristas? No, no y
no. El gobierno de PPK se trajo sólito hasta este punto. Su momento para
ganarle la pugna del poder político al fujimorismo ya pasó, siendo sus reflejos
severamente tardíos. Le pidieron la disolución del Congreso a un hombre
que no tiene la intención, el buen nombre ni la conciencia limpia para hacerlo.
Es
por ello que hoy PPK decidió presentarnos un nuevo gabinete negociado y no uno confrontacional.
Mercedes Araoz ha sido elegida para liderar el gabinete como Premier, y de
tal decisión creo que podemos hacer varios comentarios. Yo no hubiera podido
elegir a una persona que, a la par con Alan Garcia, Mercedes Cabanillas y
Yehude Simons, fueron los grandes responsables políticos de la tragedia de
Bagua. Yo no estoy diciendo que Araoz dio la orden para el desalojo que desencadeno la matanza
(responsabilidad de Cabanillas). Sin embargo, hay algo que sí todos debemos
recordar, porque es historia del Perú. Araoz en el año 2009 era Ministra de
Comercio Exterior del gobierno de Alan Garcia. De por sí ya cuestionable que
cualquiera aceptara ser ministro(a) de uno de los presidentes más corruptos de
la historia, pero por no es por ello que la voy a condenar profesional ni
políticamente. La descalifico porque en pleno conflicto entre las comunidades
indígenas y el Estado, Araoz no tuvo mejor idea que declarar que era inviable
la derogación de los decretos legislativos que violaban la soberanía del
territorio de los Awajun y los Wampi, ya que se caía el TLC con Estados Unidos
si esto se hacía. Sus declaraciones no hicieron más que agravar la situación
política y agudizar la crisis. Su labor era explicarle al Consejo de Ministros
los alcances lesivos de estos decretos legislativos y la inconstitucionalidad
de los mismos por transgredir el Convenio 169 de la OIT que declara como
obligatoria la consulta previa a las comunidades nativas sobre las actividades en
sus territorios. Al final los decretos fueron derogados por el Congreso y
ningún TLC se perdió. Lo que perdimos fueron la vida de 23 peruanos, 13
policías y 10 nativos. El Baguazo es una de las tragedias más tristes de
nuestra historia reciente, porque no hay nada más desgarrador que los
conflictos donde peruanos se matan entre peruanos, hermanos contra
hermanos, todo por un puñado de intereses económicos y un gestionamiento
matonezco del conflicto que vino directo del despacho presidencial.
Por
otro lado, hoy se confirman mis temores con respecto al Ministerio de Justicia.
Sin haber una causalidad verdaderamente significante, ya que no habían
problemas con dicho ministerio, Marisol Pérez Tello hoy dejó el cargo. La ministra
que se negaba a darle el indulto a Fujimori fue reemplazada por el ex
presidente de la Corte Suprema, el Dr. Enrique Mendoza. Lo digo hoy: el indulto
que se viene cocinando hace meses llegará como regalo de Navidad para todos los
peruanos. Las encuestas hablan de que el 65% de peruanos apoyan el indulto, y
ante ello yo respondo que ese 65% no entiende las implicancias jurídicas,
políticas y morales de liberar a un delincuente que se confesó corrupto y jamás
se arrepintió por todo el daño hecho al Perú. Muchos dicen que Alan nunca ha
pagado por sus crímenes y Toledo tampoco, por lo tanto, Fujimori merece estar
libre también. ¿Bajo esa lógica queremos hacer patria? Cuando la mentalidad
debería ser la antítesis de eso. Si ya tenemos a un corrupto preso, vayamos
por los que faltan. El objetivo debería ser tener a todos los que nos
traicionaron tras las rejas, solo de esa forma el sistema de justicia y el
Estado de Derecho se harían más fuertes. PPK va a traicionar una vez más a
todos los electores que le dieron la posibilidad de que fuera presidente
del Perú, va a incumplir su palabra y habrá sido nuestra culpa el haberle
creído alguna vez a un hombre que sólo hace 6 años le hacía vivas a Alberto
Fujimori. Así que no le pidamos peras al olmo. No pretendamos creer en el absurdo
sueño infantil que libres del fujimorismo todos nuestros malestares estarán
curados, ya que fallamos en ver que la crisis actual es integral y transversal
de todos los grupos y poderes políticos. Y más ahora que PPK nos está
confirmando que no tiene interés alguno de librar una lucha por la que jamás
tuvo verdadera convicción. Hoy
a decidido tranzar con el fujimorismo, hoy nos dice que Bagua no importó y que el indulto está en camino.
Es
preocupante también que el nuevo ministro de educación, el señor Idel Vexler
tenga una relación bastante estrecha con el aprismo y haya cuestionado en
muchas oportunidades la labor fundamental que viene cumpliendo la SUNEDU en la
reforma de la educación. Solo el tiempo nos dirá si está al servicio de los
sectores privados o de los intereses legítimos de la reforma educativa. Como
ciudadanos de este país debemos asumir los pasivos políticos de nuestras
decisiones electorales en el 2016 e intentar avanzar con lo poco que tenemos.
Este sistema tiene que hacer sus mejoras urgentes y culminar con los 4 años que
le restan. Y toda esa energía con la cual pedían la disolución del Congreso, la
sociedad civil en su conjunto la debería enfocar en pensar una estrategia
social y política para que en el 2021 esta historia no se repita. Ya no se
trata de la bandera que tengamos, seas de derecha o de izquierda, o pertenezcas
al partido que pertenezcas, quiero creer que todos queremos un Perú más
prospero, soberano, justo y transparente. Que estas horas oscuras para el
país nos hagan reflexionar sobre los procesos electorales, y como el pueblo
puede marcar la diferencia si se decide a participar de forma activa,
honesta e informada en la vida política del Perú. El Bicentenario nos llama a
la acción.
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